Comienza con algo pequeño: una tubería detrás de la pared, que gotea lentamente.
Hora 1–6: Sabotaje silencioso
La fuga satura el aislamiento y los paneles de yeso. Se extiende horizontalmente, sin que nadie se dé cuenta. Continúas con tu día sin tener ni idea de que tu casa está siendo atacada.
Hora 6–12: El moho comienza a formarse
La humedad crea un ambiente perfecto para las esporas de moho, que comienzan a crecer en los rincones oscuros y húmedos de las cavidades de las paredes. Es posible que empiece a notar un olor a humedad.
Hora 12–24: Daños estructurales graves
La estructura de madera empieza a absorber agua. Los contrapisos se debilitan. El cableado eléctrico se convierte en un peligro. En esta etapa, se enfrenta a un posible deterioro estructural y a una factura de reparación considerable.
Día 2+: Desastre a gran escala
La pintura se ampolla. Salen manchas. El suelo puede empezar a deformarse. Si no se controla, la fuga podría costarle miles de dólares en la eliminación del moho, la instalación de paneles de yeso nuevos y más, sin mencionar los deducibles del seguro y la interrupción de su vida.
Deténgalo antes de que comience
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